martes, 7 de marzo de 2017

Una voz escondida, Parinoush Saniee

La psicóloga y socióloga iraní Parinoush Saniee se dio a conocer en nuestro país como novelista en el año 2014 cuando Salamandra publicó su primera obra, El libro de mi destino (2003), inspirada en las mujeres que vivieron la Revolución Islámica en Irán a finales de los años 70 y principios de los 80.
 
Con esta segunda novela, la autora persa nos lleva por unos caminos socialmente menos convulsos, pero íntimamente dolorosos. Basada en la historia real de un niño que no habló hasta cumplir los 7 años, Una voz escondida nos habla, sin tapujos y de forma clara y directa, de las nefastas consecuencias que la indiferencia y la insensibilidad de los padres hacia sus hijos traen.

Shabah tiene 5 años y todo el mundo le dice que es tonto y estúpido porque todavía no ha pronunciado una palabra. Sus padres creen que tiene un retraso mental, a pesar de que los especialistas les han dicho que al niño no le ocurre nada. Su hermano mayor, un estudiante brillante excesivamente presionado por su padre para ser el mejor, y su hermana pequeña, una parlanchina de 2 años que es, para todos, la alegría de la casa, no parecen ayudar a Shabah a salir de su mutismo. Pero él habla, habla con sus amigos imaginarios Asi y Babi de lo triste que se siente al ver que nadie le presta atención, que todos creen que es idiota, menos su madre, que le defiende de los duros ataques de su padre quien, sin ningún pudor, dice que su hijo le avergüenza, que es retrasado, que está loco y algún día acabará matando a alguien.

Saniee nos hace sentir, a través de las palabras no dichas de Shabah, el profundo dolor que siente el niño por la falta de afecto y cariño que le profesan los demás y por ver que su madre, a pesar de que le quiere mucho, le considera un problema y le dice constantemente que va a acabar con ella.

La falta de amor y protección es lo que convierte a los niños en monstruos, no la tan cacareada falta de límites en nuestros hijos, ni la educación más o menos permisiva, ni las corrientes pseudo-educativas del “un cachete a tiempo”. Es la crueldad y la ignorancia de los padres hacia sus hijos lo que convierte a los niños en seres tristes y vacíos, con lacerantes sentimientos de rencor y venganza que les pueden llevar a actuar de forma aciaga.

Tal vez deberíamos reflexionar acerca de las relaciones que tenemos con las personas más cercanas, pues la cercanía nos puede hacer creer que conocemos bien a quien tenemos al lado cuando, en realidad, a pesar de ser parte de una misma familia, podemos estar muy lejos los unos de los otros.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario